La vida es un regalo

Hasta ahora en Fast in the Pit Lane, de los 25 posts que había publicados, solamente uno de ellos pretendía salirse de la tónica habitual de la broma y el cachondeo. Desgraciadamente, hoy me toca escribir otro, esta vez nada agradable, y desgraciadamente acerca de la misma persona.

Hablo de aquel post que en diciembre escribí sobre María de Villota. Curiosamente, aunque no es del tipo de posts para los que inicié este blog, sí que es del que más orgulloso estoy, ya que tengo constancia de que, no solo le llegó a María, sino que también lo leyó. Para mí fue un auténtico honor y un orgullo encontrarme al día siguiente con esta sorpresa en mi Twitter.

En aquel momento, si ya tenía admiración por María, esa admiración todavía fue a más. ¿Cómo era posible que hubiera leído algo que yo hubiera escrito? ¡Yo, un cualquiera! ¡Y me dio las gracias! Así era ella. Grande, pero sencilla. De otro planeta, pero cercana. Dura como una piedra, pero sentimental.

Anoche se quedó dormida y nunca más despertó. Caprichos del destino, hoy justo hacía un año de su primera aparición en público desde su accidente. Caprichos del destino, hoy iba a dar una conferencia en Sevilla sobre “Lo que de verdad importa”. Caprichos del destino, acababa de escribir su libro “La vida es un regalo”, como si la muerte no se la hubiera querido llevar sin dejarla terminar su tarea. Lo presentaba el próximo lunes.

Ha ocurrido algo que nadie se esperaba. María siempre mostraba esa fortaleza, ese desparpajo, esa sonrisa eterna, ese brillo… Luchadora como ninguna, solo de mirarla sabías que amaba vivir. Nada hacía pensar que la vida de María corriera peligro. Quizá porque ella no quería que lo supiéramos. Quizá nunca sabremos esa parte, la parte mala, de esa historia. Era así de cabezona.

Eso la hacía todavía más especial. A pesar de que éramos nosotros los que teníamos que apoyarla, ocurría lo contrario. María comenzó a dar conferencias a jóvenes sobre lo importante que es la vida (y escribió un libro sobre ello), colaboró con una asociación de niños con enfermedades crónicas, era miembro de la Comisión de la FIA para la seguridad en el automovilismo, hacía reportajes sobre la seguridad en la conducción en Antena 3… y solo ver su sonrisa en la tele te alegraba el día.

Esta vez, no podré decirle por Twitter que le he escrito unas líneas, ojalá no hubiera tenido que escribir estas, pero estoy convencido de que, siendo como era, allá donde esté, las estará leyendo.

Hasta siempre, María. Ya te echamos de menos. D.E.P.