Faster than you!

Segunda carrera del año y segundo bodrio infumable. No me extraña que Abuelete Bernie y Napoleón Todt estén planteándose reducir el número de vueltas en futuras carreras. Ellos dicen que es para que los coches tiren más con la misma limitación del consumo… ya, ya.

Seguramente quieran hacerlo porque ya ni ellos puedan aguantar los brutales ataques narcolépticos que acechan alrededor de sus butacas ante semejante tiovivo en que se ha convertido esta “nueva F1”. Sí, porque el problema de verdad es que los pilotos “no tiran a tope”, pero la solución… no, señores, no es aumentar los depósitos, sino reducir las vueltas ¡Que lo digan! ¡Si ya todos lo sabemos! Ojalá diera Bernardo una rueda de prensa en la que dijera: “Sí, la nueva F1 es una puta mierda …y me la suda, que yo estiro la pata en breves y sois vosotros los que os la vais a comer”.

Ahora mismo apenas hay adelantamientos, no hay ruido, no hay… emoción. La distancia entre coches a mitad de la carrera es bestial, lo suficiente como para desear que Antena 3 te ponga 10 minutos de anuncios para darle algo de vida a tu domingo… ¿Para qué mierdas iba a querer pagar 87 pavos por ver esta basura a través de siete cámaras si encima me quitan lo más emocionante de la carrera: ¡¡saber quien visita “El Hormiguero” esta semana!! ? Dicen que es cuestión de tiempo que esto remonte, pero… ¿cuánto?

Sí, ¿cuánto? Pero sobre todo ¿cómo? Porque ya sabemos que a base de lluvia no. Una vez más hemos visto como el pluviofóbico de Charlie Whiting (o Waiting, según se mire), nos tuvo waiting durante cerca de una hora el sábado porque le daba yuyu que los mejores pilotos del mundo se mojaran el cutis. Si al mínimo indicio de que va a haber emoción se saca una bandera colorá y se retrasa la sesión una y otra vez, mal vamos. Porque lo de tener ruedas de lluvia extrema supongo que es simple corporativismo, ¿no?

El caso es que por fin el hombre se decidió, y muy a su pesar dio comienzo el espectáculo. Con el agüita resbalando por los monos y los cascos de los pilotos, pudimos ver una clasificación bastante entretenida. Unas salidas de pista por aquí, un castañazo de un Catherham por allá… hasta que se nos cortó el rollo con el accidente del Ferdi. Todo era alegría y cachondeo hasta que hubo un momento en el que a todos se nos pusieron de corbata cuando un Toro Ruso se lanzó con toda el ansia viva en aquella curva sin que Alonso pudiera siquiera intuirlo. Y claro, a tomar viento la suspensión del Ferrari. En ese momento, todos nos acordamos de la Rusa Madre de Kvyat, y Twitter se inundó de repente de ingenieros experimentados (y ágorers) dando por segura la retirada de Alo14, pero… ahí estaban los mecánicos italianos para dar un gran “zasca!” a todo quisqui.

El caso es que el brazo roto de la suspensión lo apañaron en apenas cuatro minutos, y el Ferdi pudo salir otra vez a arrastrar el Ferrari por el circuito. ¡Se nos abrieron las carnes con aquello! Hay que reconocer que estuvieron finos los chavales en ese momento. Y eso le permitió a ALO poder clasificar 5º, err.. ¡digo 4º! (Ay, las costumbres…), a un segundo del que le iba a partir la cara, sobre todo en las clasificaciones.

Y el domingo, y a esas horas, tocó una carrera somnolienta. Luisito y Princesita Rosberg empezaron a tirar de potencia alemana y se quedaron solos. Mientras, la carrera de Risitas Ricciardo y Frigodedo se disputó en el muro. Cuando el cuatricampeón se acercó un poquito, enseguida solicitó al campamento base que dieran la orden de quitar a su compañero de en medio. Y aunque al principio Risitas se hizo el remolón, finalmente accedió. Risitas, ¿pero por qué te haces el remolón? ¡Si sabías a lo que venías!

Pero bueno, le dejó pasar y dijo “No me pienso separar de él, porque si pasa algo quiero estar en el centro de la acción”. Y tanto que pasó. Y lo estuvo, lo estuvo. La maldición de Marko “el tuerto” cayó sobre su sonriente jeta y arruinó la buena carrera que iba haciendo. Veamos: cagada del equipo en boxes al no apretarle una rueda, se le descuelga el alerón delantero, y finalmente, se va para su casa a sonreírle a las paredes. Parece mentira, Richi, que no te des cuenta de que tu coche es el coche de Webber ¡Es el banco de pruebas del equipo de las pociones! Pero vamos, ¡que sabías a lo que venías, majete! Si al final, de la pena que nos dará empatizaremos con él, como hacíamos con el fustigado Webbo.

Y por si fuera poco, está el tema de la pugna testosterónica entre Red Bull y la (ma)FIA. Parece que les están dando a entender a los chavales de los jarabes que la apelación ante la penalización por el rollo del caudalímetro de Australia no va a ir a ninguna parte, y que mientras esté esa apelación sobre la mesa las van a pasar putas… Sanción para Ricci de diez segundos y diez posiciones para Baréin ¡Zas! ¡En toda la boca! Y después, Frigodedo tampoco está poniendo mucho de su parte al decir que “los nuevos motores son una mierda. Hay que cambiarlos. Hay menos ruido que en un bar”. Napoleoncito Todt ha insinuado que le pueden meter el dedo en el ojo a Frigodedo por decir eso ¡Vaya! ¡Parece que la (ma)FIA está tramitando el divorcio con RBR! Veremos por cuanto tiempo…

Y parecía que iban a disputarse otro round cuando Horner informó en mitad de la carrera que el caudalímetro de Risitas volvía a fallar. Pues menos mal que se le quedó frito el coche antes de que pudieran medirlo…

¿Y qué decir de Raicoñen? Tanto meternos con “Caillou” Lobato y al final va a ser que el hombre tenía razón ¡Kimi es una ameba insensible! Bueno, al menos insensible sí, porque ameba, ameba… yo le veo forma de persona. El caso es que el tío ni se coscó de que Magnussen le dio tremenda leche con el alerón de su McLata a su rueda trasera. Iceman o “el tío de los hielos” tuvo una carrera complicada después de eso, luchando a muerte …contra los Catherham, los Marussia… Llegó 12 de los 15 que terminaron. ¡Ahí, ahí! ¡Metiendo presión al Ferdi!

También hubo fiestuqui en Williams. Resulta que Bottas, al final de la carrera, venía comiéndole el culo a su compi Felipinho, y había una posibilidad de que adelantara al McLata de Button. El equipo decidió que Massa se dejase pasar para que Bottas diera caza al Michibato. pero Felipito tenía otros planes e hizo caso omiso a la orden “Multi7719”. Y tanto, y tantas veces le debió insistir que Rob Smedley, su ingeniero de pista y, sin embargo, amigo, que al final, se le hincharon las gónadas y sacó toda la cabronina que llevaba dentro. Volvió a soltarle la frase por la cual Felipe ostenta, y con esto lo revalida, el título de “tío más humillado de la F1” desde 2010,

“VALTTERI IS FASTER THAN YOU!”.

Sí, porque podría haber elegido otras palabras, podría haber dicho “¡Felipe, hay una avispa en en el cockpìt!” o “¡Tu mujer se está enrollando con un mecánico!” para crearle distracción y que aflojara un poco, pero su amigo Rob prefirió ser más sangrante si cabe y humillarlo ante todo el Planeta Tierra. Ten amigos para esto… Y es que Felipe ya dijo al irse de Ferrari que “ya se acabaron los años de servidumbre. A partir de ahora correré libre”. Pues no sé Felipe, tal y como yo lo veo, más te vale que te dejen correr siendo un siervo, porque la alternativa es correr por los pasillos de tu casa con un patinete…

Por su lado, Fernandete tiró unas magias ahí para poder llegar cuarto, y (muchas) gracias. Casi no pudo con “The Hülk”, que con su Fuerza India iba como un pepino en recta y era imposible acercarse a él ni con DRS ni con Kers, ni con propulsión a pedos de fabes asturianas… A falta de unas pocas vueltas le pudo pasar en plena curva y por el exterior. Y es que, donde no hay coche… hay manos.

Pues nada, hasta que alguien no lo remedie, Luisito y Princesita Rosberg seguirán arrasando carrera tras carrera y seguirá habiendo amor en casa de la Merche 😉

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