Sí, sí, «¡¡Olé!!». Pero ojo, ‘cuidao’…

Tres largas semanas han pasado sin que hayamos podido disfrutar de la Fórmula 1. Tres semanas sin ninguna noticia importante y con el regustillo a ajo que nos dejó la carrera de Bahrain. Pero el karma ha vuelto a hacer de las suyas y nos ha recompensado con un domingo muy spanish. Ganó Alonso, y después (o durante), nos pegamos una siesta.

Hay que admitir, que más allá de la victoria de Alonso, la carrera apenas tuvo interés, ni emoción. Fue más bien aburridilla. Una vez que las posiciones se estabilizaron allá por la vuelta 20, ya podías cerrar los ojos y echarte a roncar, porque la verdad es que pocos cambios iba a haber… Jode decirlo, porque es el GP de casa (aunque algunos se empeñen en decir que no), pero es lo cierto. Todos los años pasa lo mismo: sobran vueltas. Al menos, a mí, personalmente, me parece cada año soporífero. De hecho, Fernando ha conseguido algo que, en toda la historia del circuito solo había pasado una vez: ganar saliendo desde fuera de la primera línea de parrilla. Lo cierto es que para los ingenieros de pista y para los muñequitos que van subidos en los coches supone un verdadero reto, porque es un circuito muy técnico. Se ha dicho siempre, que el coche que va bien en Barcelona, va bien en todos laos. A pesar de lo soporífero que pueda llegar a ser, ¡¡espero que tengamos durante muchos años más la F1 en EsPPPPPaña!! Sea en Barcelona, Valencia, Madrid, o en Barbate.

Volviendo al tema de la victoria de Alonso, a alguno en el podio le estaban escociendo las hemorroides al escuchar el himno nacional, y mucho más después del número que montó Fernando con la banderita roja y gualda. Numerito que, por cierto, fue investigado, en un alarde de subnormalidad de la FIA, porque según no sé qué artículo del reglamento, está prohibido cargar peso adicional en el coche, aún después de finalizada la carrera. Por tanto, cualquier “objeto extraño” añadido que pueda aumentar los kilos, como pueden ser yunques, elefantes, bloques de hormigón, o banderas de España, es susceptible de ser investigado. Patético. Pero más patético aún el hecho de que, si de entrada sabes que no vas a sancionar porque ya sentaste un precedente (GP Europa – Valencia 2012), ¿para qué mierdas te enredas en investigaciones absurdas y llamadas a declarar? En fin, una muestra más de que la (ma)FIA hace las cosas como le sale de su “escape Coanda”.

Muy bien Massa, por otro lado, al que estamos acostumbrados a criticar cuando hace malas carreras (también será porque estamos acostumbrados a que haga malas carreras). Hay que reconocer que Felipinho hizo ayer un carrerón, saliendo 9º, tras ser penalizado por estorbar a Webbo, y llegando al podio. Es otra señal más de que el Ferrari es un pepino. Esperemos que Massa siga en esta tónica, porque Alonso lo va a necesitar en este largo campeonato para restar puntos a los rivales. Además, como cada año, está su renovación de contrato a final de temporada… y lo peor de todo para él es que Webber vuelve a sonar en el paddock como candidato a su coche… ¡¡Felipinho, vete agarrando los huevinhos!!

Y lo de la llamada de papá Montezemolo a sus tres hijos antes de la subida al podio fue épico. Domenicali, Alonso y Massa pasándose el móvil entre ellos como cuando tu padre se va de viaje, te llama por teléfono y tiene que hablar contigo y con todos y cada uno de tus hermanos para deciros exactamente lo mismo. Luca debió pensar, “Ni podio ni hostias. Que se esperen, que yo los llamo cuando me sale del pirulo”.

Y mira que es complicado, pero los Mercedes se empeñan y se empeñan y al final lo consiguen. Hacer doblete en clasificación y luego palmar 5 y 11 puestos en carrera solo está al alcance de algunos elegidos. Y es que son muy grandes. Por lo visto, en una comunicación por radio con Hamilton, su equipo le pidió que fuera más despacio para conservar las ruedas. Su respuesta fue: “Pues como no queráis que vaya andando…”. Y en la BBC ya estaban de cachondeo, porque decían que Hamilton iba tan despacio que su perro Roscoe podría ir junto a su coche. Humor inglés…

Tema neumáticos. Parece que Red Bull, por medio de sus sicarios Marko, Mateschitz y Horner, vuelven a poner a parir a los Pirelli. Presiones y más presiones para que Paul “El Señor de los Neumáticos” Hembery les haga unos neumáticos a su medida. Que si esto es un campeonato de neumáticos, que si no podemos usar todo el potencial de nuestro coche, que si ya no gana el más rápido, bla bla bla… Mierdas y más mierdas. Voy a hacer una pequeña reflexión sobre esto. Los neumáticos Pirelli son una p*ta mierda. Hasta ahí estamos todos de acuerdo. Pero son la misma p*ta mierda para todos. Ahora bien, si tu coche, junto con tu piloto, no son capaces de sacarle el máximo partido, es porque TÚ estás haciendo algo mal. Es tan simple como eso. Räikkönen es capaz de hacer una parada menos con su Lotus y, aun así, quedar 2º. Alonso es capaz de salir 5º hacer las mismas paradas que tú (cuatro) y ganar la carrera. Massa sale 9º, y también con cuatro paradas, llega 3º. Hmmm ¿de quién es el problema?

Ahora dicen, que cuatro paradas son muchas paradas… En 2011, en el mismo circuito, Frigodedo hizo cuatro paradas y ganó la carrera. En aquella época no había quejas ¿No eran muchas paradas entonces? ¿Y en la segunda mitad del campeonato 2012? Pirelli, de buenas a primeras, decide llevar “piedras” a las últimas carreras porque “no querían ser jueces en el campeonato”. Pues vaya si lo fueron. Frigodedo ganó cuatro carreras seguidas… ¿Tampoco había quejas allí? Volviendo a 2011, AMBOS Red Bull, en las clasificaciones, iban TAN sobradísimos que daban una vuelta, marcaban un tiempo, y se bajaban del coche. Tenían tanta ventaja que, a falta 5 minutos para que acabara el crono, cerraban el chiringuito y ya estaban preparando la rueda de prensa. Entonces no había quejas. Tampoco de los demás equipos.

La Fórmula 1 es un deporte de cambios. Antes, lo importante era tener un buen motor. Cuando el tema de los motores se estabilizó, hubo alguien que introdujo la electrónica y pasó a ser un campeonato de electrónica. Cuando se estabilizó la electrónica pasó a ser un campeonato de aerodinámica, y este año, que el reglamento no ha cambiado ná con respecto al año anterior, toca un campeonato de neumáticos. Bueno, TODAS las escuderías han tenido problemas con cada cambio de normativa y modas. A unas se les atragantó cual cochinillo en navidad, y a otras les sentó mejor, pero, finalmente, salvo algún caso esporádico, todas se han acabado recuperando. Cuando las cosas van bien, hay quejas. Cuando no, pues no. ADAPTACIÓN es la palabra. El que mejor capacidad de reacción tenga se llevará la rubia al huerto. Red Bull, menos llorar y más trabajar.

No lo parece, pero Red Bull tiene mucho poder dentro de la F1, y, aunque un cambio en los compuestos del neumático a estas alturas de la temporada pueda suponer una cacicada, todo es posible. Red Bull ya sabe, y ha aprendido de los más grandes, Ferrari y McLaren, que cuando no se gana en pista, aún es posible hacerlo en los despachos. Uno ya no sabe con qué nueva artimaña le puede sorprender la (ma)FIA. Sólo hay que leer las declaraciones a la prensa de Hembery con respecto a las críticas:

«Está bastante claro que si cambiásemos las gomas, estaríamos beneficiando a un equipo, así que es un caso de ‘jodidos si lo hacemos, jodidos si no lo hacemos’”.

Ya lo he dicho, y lo vuelvo a repetir: Pirelli DEBE anunciar los compuestos que van a cada carrera ANTES de la primera de ellas, Australia. Todo lo que sea “ir viendo” es manipular el campeonato. Y, por supuesto, cualquier cambio que se haga en los compuestos debe estar consensuado por todas y cada una de las escuderías. Si no hay unanimidad, no debería haber cambio alguno. Así que, yo recomendaría a Lotus y Ferrari, que son los que peor parados pueden salir de esto, que espabilen, porque como no lo hagan, me da a mí que Red Bull, Pirelli y la (ma)FIA se les van a mear en la cara.

#ForzaFerrari #TodosConAlonso